Aplicar la Terapia Racional Emotiva en Trabajo Social

terapia racional emotiva

 2 mins de aprendizaje


Aprende qué es la Terapia Racional Emotiva y cómo aplicarlo de manera sencilla en tus intervenciones cómo profesional del Trabajo Social.

El pasado verano estuve leyendo el libro Trabajo Social con caso y allí descubrí un tema que no había oído hablar: la terapia racional emotiva (TRE).

¿Qué es la Terapia Racional Emotiva?

Debo empezar explicando que este tipo de terapia está dentro del modelo de intervención cognitivo, y se puede aplicar tanto a nivel individual y de grupo.

Aunque puede parecer un poco difícil de entender, voy a intentar explicarlo de la mejor manera posible.

Podríamos decir que la Terapia Racional Emotiva es la idea de que tanto las emociones como las conductas son producto de las creencias de un individuo, de su interpretación de la realidad (Ellis, 1962). Es decir, lo que sentimos y cómo nos comportamos son causa de lo que creemos.

Este modelo utiliza lo que se llama ABC: A (acontecimiento), B (creencias, en inglés beliefs) y C (consecuencias emocionales y conductuales).

Explicado esto, lo que dice la Terapia Racional Emotiva es que no es A (lo que pasa) lo que provoca en C, sino cómo interpretamos (B, las creencias) lo que sucede, lo que desencadena en C (en las consecuencias).

Estas creencias puedes ser irracionales, y el proceso por el cuál una persona pasa de tener una creencia irracional a racional es lo que se denomina refutación o debate.

A la hora de intervenir como profesionales del Trabajo Social, debemos tener muy en cuenta esto.

En ocasiones, por muchos recursos que ofrezcamos a la persona, si ella misma no es capaz de cambiar sus creencias irracionales y/o ilógicas será complicado que su situación cambie.

A continuación podrás ver algunas suposiciones con las que te podrás enfrentar en tu día a día.

Suposiciones ilógicas más frecuentes

Pensamiento de todo o nada«Soy un fracasos total, ya que he recaído en mi dependencia a la heroína»Este pensamiento no tiene en cuenta los tiempos de no consumo y evitación de riesgos. Como no se consigue el 10, no se valora el 5.
Anticipar consecuencias sociales negativas sin fundamento«Puesto que hice algo que no debía, y han declarado el desamparo de mis hijos, éstos me verán cómo un mal padre y mis vecinos como un tonto que no sé solucionar mis problemas»Este tipo de pensamiento que está en el arranque de comportamientos como el celo. Nos predicciones sin base sólida, sin inferencias gratuitas.
Centrarse en lo negativo«Mi vida es un desastre. Sí, usted me dice que mi mujer me quiere y que tengo unos hijos estupendos pero ¿de qué sirve eso si no gano un buen sueldo, tengo un horario muy amplio y mi jefe me fastidia? No debería ser así, es injusto»Esta distorsión consiste en la exageración o la sobrevaloración de los aspectos negativos, desechando o ignorando la información positiva que se posee o está disponible en el ambiente.
Descalificar lo positivo«Es cierto que tengo el bachillerato, pero ¿qué mérito tiene eso?. Mucha gente lo tiene. Es lo que debía hacer. Por otra parte, mi trabajo es bueno, pero ¿acaso otras personas no los tienen mejores?»Suele estar asociada a la anterior. El matiz se halla en que el esfuerzo e concentra no en lo negativo sino en poner en duda o minusvalorar lo positivo, aunque pueden darse ambas.
Siempre y nunca«La pérdida de mi hijo me ha dolido muchísimo. Llevo un año totalmente deprimida. La vida no debería ser así. Siempre estaré así y nunca más volveré a ser feliz»Se parte de expectativas erróneas (esperar que ningún ser querido se muerta choca con la evidencia empírica).
Minimización de las cualidades propias y aumento de los déficits«Mis logros, modestos, son debidos realmente a la suerte. Mis errores, en cambio, son graves. He metido la pata, muchas veces, haciendo cosas que no debería». No sé cómo mi mujer me soporta»Este tipo de pensamiento se basa en una evolución descompensada, injusta con el sujeto y propia de una baja autoestima. Tiene relación con el locus de control.
Razonamiento emocional«Me siento mal por haber ingresado a mi padre en una residencia. Es algo que no debería haber hecho. Esos sentimientos demuestran que no soy bueno»En este modo de razonamiento se realizan consideraciones emocional que sustentan ciertos juicios morales.
Etiquetado y generalización«Soy un mal padre. Castigué al niño de forma desproporcionado y es algo que no debía hacer. Estoy seguro de que va a volver a ocurrir»El sujeto extrae conclusiones rigurosas sobre su persona y su comportamiento, creyendo que está sometido a tendencias internar e inmodificables.
Personalización«Dado que hice algo que no debía, mis padres se han separado»El individuo se atribuye erróneamente la causalidad o responsabilidad de ciertos eventos.
Falseamiento«Mis padres adoptivos me expresan afecto y comprensión. Cuando descubran cómo soy realmente y las cosas que hago, que no debo hacer, verán que soy una farsante que no merece su cariño»La persona que desarrolla este pensamiento se considera no merecedora de afecto y atención. Piensa que éste se debe a su capacidad de engaño y cree que será castigada una vez se descubra su naturaleza real.
Perfeccionismo«Soy un incompetente como profesional. No pude hacer el taller con los chicos y sólo tramité 8 de las 10 solicitudes»El nivel de autoexigencia excede a lo que se entiende por razonable, cualquier incumplimiento o error motiva severas autoreprimendas y se traduce en un ataque a su estima.
Fernández García, T. Trabajo Social con casos. Alianza Editorial. Pág: 79, 80 y 81.

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