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Poco se habla del futuro del Trabajo Social y el papel que juega en la Cuarta Revolución Industrial, ¿te animas a conocerlo?
En los siguientes párrafos quiero reflexionar sobre el futuro que le espera al Trabajo Social con el objetivo de poder conocer las necesidades que como profesionales tenemos, y así, poder estar preparados y preparadas para afrontar los retos que tenemos como profesión.
En la actualidad, cuando se habla de las profesiones del futuro, a menudo se mencionan trabajos relacionados con el avance de la tecnología y la informática, como el desarrollo de software, el análisis de big data, el marketing digital y otros similares.
Sin embargo, esto ha llevado a la creencia de que las profesiones relacionadas con las ciencias sociales, como el Trabajo Social, no tendrán una gran demanda en el futuro.
Hace unos meses publicaba un post en mi web sobre el futuro del Trabajo Social donde hacía mención al informe elaborado por Davos donde reflejaban que nuestra profesión era clave en los empleos del mañana.
Pensar que las profesiones del futuro solo están basadas en la tecnología es mediocre ya que, aunque las tecnologías avanzan constantemente y cambian la forma en que vivimos y trabajamos, siempre habrá personas detrás de estas tecnologías y de sus efectos.
Las ciencias sociales, en especial aquellas encargadas de estudiar la complejidad de las dinámicas individuales y colectivas, seguirán siendo fundamentales para comprender cómo afectan los cambios tecnológicos a la sociedad.

Venga, te dejo que te saltes alguna parte...
El Trabajo Social durante la Revolución Industrial
De todos es sabido que nuestra profesión fue esencial durante la Revolución Industrial.
Si querer extenderme mucho, podemos recordar la tesis que planteaba Walter Friedlander en 1961:
«El concepto y la denominación «asistencia social», en el sentido de un programa científico, sólo muy recientemente se han relacionado con los problemas sociales de nuestra sociedad industrial. La pobreza, la enfermedad, el sufrimiento y la desorganización social han existido a través de la historia de la humanidad; pero la sociedad industrial de los siglos XIX y XX tuvo que hacer frente a numerosos problemas sociales que no podían resolver ya, adecuadamente, las instituciones humanas más antiguas: la familia, el vecindario, la iglesia y la comunidad local. (…) Además de que han surgido ideas humanitarias, que conceden gran importancia a nuestra responsabilidad hacia los demás, el progreso de las ciencias biológicas y sociales proporcionó nuevos instrumentos para investigar las causas de la pobreza, de las deficiencias humanas, y de la insatisfacción, con el objetivo general de resolver o aliviar los problemas sociales»
(Friedlander, 1969:3)
Tampoco podemos dejar pasar la gran labor que realizó la Charity Organization Society durante la segunda mitad del siglo XIX en los países anglosajones.
Es decir, el Trabajo Social como actividad profesional arrancó en la Revolución Industrial haciendo frente a la pobreza, las desigualdades, los desequilibrios y las injusticias sociales.

El Trabajo Social en la Cuarta Revolución Industrial
En la actualidad, la Cuarta Revolución Industrial, también conocida como 4RI, combina tecnologías físicas, cibernéticas y biológicas, incluyendo la nanotecnología, la inteligencia artificial, el blockchain, la robótica, impresión 3D, entre otras.
Estos avances generan transformaciones en todos los aspectos de la sociedad, desde lo social y cultural hasta lo económico y ambiental. La pandemia de COVID-19 ha acelerado la digitalización en todos los ámbitos, en el nuestro, tuvimos que pasar de una atención presencial en el casi 80% de los sectores donde trabajamos a adaptarnos a una intervención 100% digital en formato online.
Por lo tanto, aunque muchas de las profesiones del futuro estarán relacionadas con la tecnología, es importante tener en cuenta que las profesiones evolucionan para satisfacer las necesidades de la sociedad en constante cambio.
Además, el Trabajo Social, desde su surgimiento, ha abordado las dinámicas sociales más complejas y ha trabajado para mejorar la calidad de vida de las personas y lograr el bienestar común. A medida que la sociedad cambia, el Trabajo Social también debe adaptarse y actualizarse para satisfacer las nuevas necesidades.
De todos es sabido que nuestra profesión juega un papel fundamental en las dinámicas que rodea a la persona: la familia, amistades, empresas, asociaciones, etc; cuyo objetivo que perseguimos es favorecer el bienestar social y emocional de las personas.
En el futuro, siempre habrá necesidad de profesionales que trabajen en el ámbito social, ya que las interacciones humanas y las dinámicas sociales seguirán siendo fundamentales. El Trabajo Social seguirá siendo relevante, ya que ayudará a potenciar el bienestar común de la sociedad y a garantizar que las personas tengan una vida digna y equitativa. Además, los profesionales del Trabajo Social tendrán que actualizarse y adaptarse a las nuevas necesidades sociales, incluyendo el equilibrio adecuado entre el ser humano y la tecnología en la cotidianidad.

¿Qué retos tenemos los profesionales del Trabajo Social?
Está claro que el futuro pasa por el mundo tecnológico, por lo que no querer que el Trabajo Social forme parte de esta dinámica podría suponer que nuestra profesión desaparezca.
La tecnología crea una dependencia a las personas muy preocupante, por lo que será necesario crear programas para que la ciudadanía pueda ser lo más independiente a la hora de tomar decisiones o de llevar a cabo su día a día.
Por otro lado, como profesionales uno de los grandes retos que tenemos es mimetizarnos con todo este mundo. Es decir, aprender a cómo aplicar la innovación social en nuestro día a día y en nuestras organizaciones; aprender a relacionarnos con las personas que atendemos a través del mundo online, las redes sociales o el WhatsApp por ejemplo.
Tampoco debemos olvidaros que tendremos que comenzar a entender las conexiones que existe entre las personas y la tecnología. Como una vez me dijo el compañero Jonathan Regalado: antes las personas estaban en las plazas, ahora están en las redes sociales.
Para ir terminando, quiero animarte a que sigas leyendo mi blog porque próximamente publicaré contenido relacionado con la Inteligencia Artificial (IA) o ejemplos donde podremos aplicar el Trabajo Social en el sector tecnológico.
En resumen, aunque la tecnología seguirá avanzando en el futuro, siempre habrá una necesidad fundamental de profesionales del Trabajo Social y otras profesiones relacionadas con las ciencias sociales. Estas profesiones se adaptarán y evolucionarán para satisfacer las necesidades sociales emergentes y seguirán siendo esenciales para garantizar el bienestar común de la sociedad.

Proyectos reales donde aplicar el Trabajo Social en la tecnología, big data o inteligencia artificial
Tal vez alguna persona, al leer estas líneas, pueda pensar que el papel (en este caso el blog) lo puede aguantar todo, pero que a la hora de la verdad es difícil aplicar nuestra profesión. Por ello, quiero plantearos distintos proyectos de este sector donde podemos aplicar nuestros conocimientos como profesionales del Trabajo Social.
Antes de ello, quiero recomendarte el libro que ha publicado en Consejo General de Trabajo Social ‘Innovación Social y Trabajo Social’, que además de tener un contenido valioso, lo más importante es que nos ayuda a abrir la mente y ver que nuestra profesión no tiene límites.
El primer ejemplo que quiero traer son las gafas de realidad virtual. Con ellas, podemos trabajar la reminiscencia de las personas mayores o «trasladarles» a lugares que jamás han podido ir y poder posteriormente trabajar sus recursos o emociones. Sobre este tema, te recomiendo que leas este artículo sobre la terapia innovadora a través de las gafas de realidad virtual.
Otro proyecto que conocí hace un par de años es ‘Ayúdame 3D’, donde ayudas a colectivos vulnerables de todo el mundo a mejorar la calidad de vida de las personas con la creación de brazos impresos llamados trésdesis.
En cuanto a Big Data, tengo que recalcar el proyecto innovador que hemos puesto en marcha en el Ayuntamiento de Alcobendas donde hemos sido capaces de predecir las necesidades sociales y el presupuesto necesario para los Servicios Sociales en los años 2025 y 2027. Próximamente haremos una comunicación en distintos congresos para presentar los resultados.
Por último, recalcar el gran avance que está haciendo la Inteligencia Artificial (IA) en los últimos meses. Sobre esto se está empezando a escribir y próximamente publicaré un post en este blog sobre este tema, pero para ir abriendo boca podemos empezar a utilizar el ChatGPT para analizar nuestros informes sociales. Me explico.
Puedes utilizar esta herramienta para preguntar a la IA qué se entiende del texto que escribas (informe social, por ejemplo). La IA te responderá y te ayudará a analizar si lo que has escrito es realmente lo que querías transmitir.