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Las familias viven situaciones muy complicadas que pueden provocar una ruptura de sus relaciones, en este post te explicaré cómo poder realizar una correcta intervención con familias desde el Trabajo Social.
Recuerda que aquí te propongo una estructura del proceso de atención que podrías seguir como Trabajador/a Social, pero que deberás modificarlo en función de las necesidades que te encuentres.
Venga, te dejo que te saltes alguna parte...
Proceso de intervención con familias en Trabajo Social
Encuentro con la familia
Lo primero que debes tener en cuenta es cómo será ese encuentro con la familia. Aquí es donde se establece la relación entre la institución, ONG, empresa (es decir, tu como profesional) con todos los miembros que forman la unidad familiar.
Estos primeros encuentros son claves para el éxito de la intervención. Deberás generar un vínculo con ellos basado en la confianza. Así mismo, deberás conseguir la participación de todos los miembros, es decir, todos ellos deberán entender por qué están allí y cuál es el objetivo.
Para ello, es interesante que conozcas cuáles son las motivaciones que tiene cada persona con esta intervención. También deberán analizar por qué han llegado a esta situación, qué consecuencias existen y cuál es la situación favorable a la que quieran llegar.
Como te he comentado anteriormente, el clima es fundamental. Debe haber comunicación y entendimiento, así será más fácil llegar a acuerdos, responsabilidades y tomar decisiones conjuntamente.
Siempre recomiendo que los encuentros, aunque empiecen en un despacho, en las siguientes reuniones se realicen en la casa de la propia familia; esto nos ayudará mejor a tender las relaciones familiares.
Estas visitas a domicilio, nos ayudarán a conocer mejor a los miembros y a observar su entorno natural.
Como objetivos en esta fase te planteo los siguientes: estudia detalladamente las circunstancias que envuelven a la familia y analiza qué les motiva para el cambio y cuál es la implicación de cada persona.
En la segunda fase nos toca unificar toda la información que tenemos de la familia, ya sea porque otros profesionales nos la han facilitado (centro de salud, colegios, etc) o por la que nosotros hemos recogido.
Aquí empezaremos a elaborar el diagnóstico social y la hipótesis de trabajo que luego nos ayudará a elaborar la intervención.
Estructura y organización
Entre nuestras tareas dentro de esta fase se encuentra: elaborar informes sociales, hacer el plan de intervención, definir qué hará cada profesional en caso de trabajar en red, etc. A esta fase la llamaríamos estructura y organización.
Apoyo a cumplir los objetivos
Nuestro papel ante la intervención familiar será que los objetivos planteados se cumplan y para ello daremos a la familia los recursos que necesiten, es decir, en la tercera fase ofrecemos nuestro apoyo para cumplir los objetivos.
Estos recursos pueden ser: ayudas materiales (gestiones económicas), gestión de servicios (escuelas infantiles, comedores escolares, centros de día…), ayudas laborales (capacitaciones profesionales, orientación sociolaboral…), ayudas de soporte familiar en caso de que algún miembro esté en situación de dependencia o discapacidad, favorecer la inclusión en la comunidad fomentando las redes vecinales, o ayudas terapéuticas por ejemplo si hay temas relacionados con la salud mental.
Proceso de intervención con familias según García
Otro de los autores que define bastante bien el proceso de intervención con familias es Garcia (1995:16) el cual explica el proceso en cinco fases:
- Demanda a partir de un problema o síntoma
- Parte exploratoria donde se pregunta sobre la naturaleza de dicho problema, desde cuándo ocurre, cuándo apareció, cómo lo manifiesta cada miembro familiar y cómo se ha intentando solucionar
- Análisis de la demanda: recogemos los datos del sistema familiar, del contexto y entorno. Para ello podemos utilizar herramientas como el genograma, ecomapa, etc
- Elaboración de hipótesis teniendo en cuenta las evidencias e inferencias
- Redefinición de la demanda
¿Cómo será la intervención con familias?
Durante estas fases, nuestra actitud será fundamental para el buen desarrollo de la intervención familiar.
Para ello, durante el proceso, como profesionales del Trabajo Social deberemos mediar, fomentar la buena comunicación y ayudar a que se cree un sentimiento de familia.
Recuerda que nuestra labor no será de jueces o policías observando todo el rato si los miembros de la familia están cumpliendo sus funciones. Más bien, deberemos ser ese agente de reflexión.
Por último, podremos decir que la intervención a finalizado cuando hay una inclusión efectiva de la familia en la comunidad. Es decir, cuando se haya conseguido crear un núcleo familiar funcional, es decir, cada miembro conoce y lleva a cabo sus funciones.
Además, cada miembro deberá ser independiente del resto de miembros del sistema familiar, así evitaremos en el futuro que haya una dependencia entre ellos.