La relación de JK Rowling con el Trabajo Social

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 3 mins de aprendizaje


Es sorprendente la unión que existe entre JK Rowling y el Trabajo Social, ahora que lo sé, entiendo la historia de Harry Potter de otra manera.

Antes de adentrarme en esta relación, quiero abrirme un poco más a ti. Seguramente que lo sepas, porque lo he contado en Instagram varias veces, pero soy fan de Harry Potter.

Cada año veo toda la saga y cada vez que lo hago, descubro algo nuevo. He ido en dos ocasiones a los estudios de Londres donde se rodaron las películas. Y, como no podía ser de otra manera, me hice el mítico tour de Harry Potter por las calles londinenses.

En este tour descubrí ciertos aspectos de la autora y creadora de la historia, que me hicieron entender mejor la mágica saga.

Casualmente, este verano cogí entre mis manos el libro ‘Los 10 pasos hacia tu cima personal’ de Javier Iriondo. Leyendo este manual mientras estaba en la playa, en la página 93 vi que el autor mencionaba a JR Rowling… y como puedas imaginar, mi atención se multiplicó al cien por cien.

¿Qué relación existe entre JK Rowling y el Trabajo Social?

JK Rowling fue trabajadora social. Seguro que esta es la respuesta que estás buscando, pero siendo decirte que no es así.

Antes de responder a dicha cuestión, debo volver al libro que te mencioné anteriormente.

El capitulo que estaba leyendo hablaba sobre el miedo al sufrimiento. Por esta situación pasó la protagonista de este post.

En el año 2008 JK Rowling acudió a la Asociación de Alumnos de Harvard, donde dio un discurso titulado «Los beneficios del fracaso y la importancia de la imaginación». Más adelante te dejaré el discurso para que lo puedas leer tranquilamente.

No sé si lo sabrás pero JK Rowling se divorció, fue expulsada de su casa con su hija y no tenía nada. Sin nada, tan solo su imaginación y una vieja máquina de escribir fue lo que la ayudó a salir de tal situación. El cómo terminó la historia, es de todos conocidos.

Es aquí donde radica su relación con el Trabajo Social. Su fracaso personal, tocar fondo, el verse sin nada pero con la motivación de tener que sacar adelante su hija, fue lo que la hizo dar ese empujón hacía arriba, ser resiliente y salir de esta situación.

Esa motivación fue su salvación. En una época actual, donde parece ser que los profesionales del Trabajo Social solo gestionamos ayudar económicas o que la caridad es la única solución… debemos fomentar más la intervención social, donde seamos capaces de empoderar a las personas, ayudándolas a tener una ilusión, un proyecto, en definitiva, a creer en ellas mismas.

Como la propia autora dice en su discurso: «el fracaso significó despojarme de lo innecesario. […] Comencé a dirigir toda mi energía en terminar lo único que me importaba.»

En definitiva, es importante acompañar a las personas y explicarles que para que progresen y que el cambio perdure, una de las claves es que aprendan la importancia de enfocar y redirigir su atención, para que así puedan conquistar nuevas emociones y a ellas mismas.

Recuerda también que cuando terminó el primer libro de Harry Potter fue a varias editoriales, pero nadie se lo quiso publicar.

Gracias a la hija de un editor, quién tras ver el libro por casa se lo leyó en una noche y le preguntó a su padre «papá, ¿Cómo termina la historia?«, éste le pagó tan solo 1500 libras, publicó solo mil ejemplares y la dijo: «búscate otro trabajo porque no podrás vivir de los cuentos para niños».

Es por eso fundamental que nosotros, como profesionales del Trabajo Social, confiemos en las personas y ellas así los sientan.

A lo largo de la vida las personas pasan por distintas circunstancias, y como fue el caso de JK Rowling hubo un momento que lo perdió todo. Ella gracias a la motivación de escribir, pudo salir hacia delante. En cambia otras personas necesitan del acompañamiento de profesionales del Trabajo Social para poder conseguirlo.

Discurso de JK Rowling en Harvard

«[…] Finalmente, todos tenemos que decidir por nosotros mismos lo que significa el fracaso, pero el mundo está bastante ansioso por darte un conjunto de criterios si se lo permites.

Así que creo que lo justo es decir que por cualquier medida convencional, a penas siete años después del día de mi graduación, fracasé en una escala épica. Un matrimonio excepcionalmente coroto había implosionado, estaba sin trabajo, era una madre sola, y tan pobre como es posible serlo en la Gran Bretaña actual sin ser una indigente. Los temores que mis padres habían tenido sobre mí, y que yo había tenido sobre mí misma, ambos, habían tenido sobre mí, y que yo había tenido sobre mí misma, ambos, habían llegado a suceder, y bajo todos los estándares yo era el fracaso más grande que conocía.

No estoy aquí para decirte que el fracaso es divertido…

¿Por qué te voy a hablar de los beneficios del fracaso?

Simplemente, porque el fracaso significó despojarme de los innecesario. Me detuve y dejé de pretender ser otra cosa distinta que lo que era, y comencé a dirigir toda mía energía en terminar el único trabajo que me importaba. Si hubiese tenido éxito en cualquier otra cosa, puede que nunca hubiese encontrado la determinación para triunfar en el área a la que realmente pertenezco.

Me sentí libre, porque mi mayor temor se hizo realizar, y todavía estaba viva, todavía tenía una hija a la que adoraba, tenía una vieja máquina de escribir y una gran idea. Tocar ese duro fondo se convirtió en la sólida base sobre la que reconstruí mi vida.

Es posible que nunca sufráis un fracaso de ese nivel, pero un mínimo de fracaso en la vida es inevitable. Es imposible vivir sin fracasar en algo, a no ser que viva con tanta precaución que podría decirse que no se ha vivido en absoluto, en cuya caso fracasaría por defecto.

El fracaso me proporcionó una seguridad interior que nunca había logrado al aprobar mis exámenes. El fracaso me enseñó cosas sobre mí misma que no podría haber aprendido de otra forma. Descubrí que tenía una voluntad fuerte y más disciplina de lo que había sospechado; también descubrí que tenía amigos que valían su peso en oro.

Saber que los reveses te han hecho más sabio y más fuerte significa que, después de esos, siempre tendrás seguridad sobre tu capacidad de supervivencia. Nunca te conocerás a ti mismo ni la solidez de tus relaciones hasta que la adversidad los haya puesto a prueba a ambos. Saber esto es un verdadero regalo, por mucho dolor que cueste aprenderlo, y me ha resultado más valiosos que cualquier titulación que haya obtenido en mi vida»

En este texto hay varias frases que como profesionales del Trabajo Social debemos analizar.

Por un lado habla de la familia y los amigos, dos de las redes de apoyo más importantes de cualquier persona. De la familia habla de la falta de confianza que tenían en ella, algo que le había estado persiguiendo durante su vida y que fue parte de la causa de tocar fondo.

Por otro lado, cuando habla de sus amigos, se refiere a cómo éstos fueron parte de la salvación. Por lo tanto, es fundamental que como Trabajadores/as Sociales seamos capaces de reforzar esas redes sociales de las personas; redes de las cuales luego poder sostenerse.

El discurso habla del fracaso. En muchas ocasiones nos llegan personas en esta situación, las cuales creen (o es así) que han fracasado en su vida. Es importante hacerlas ver que el fracaso no es nada más que una oportunidad para poder volver a poner rumbo a tu vida.

Y esto traducido a nuestro argot, estamos hablando de la capacidad que pueda o no tener una persona para ser resiliente. Por lo tanto, parte de nuestra intervención social deberá ir encaminada a esto: fortalecer a la persona para que pueda nacer de ella la resiliencia suficiente para seguir caminando, disfrutando, aprendiendo… en definitiva, viviendo.

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