1 mins de aprendizaje
Así es el día a día en un albergue para personas sin hogar, contado por sus protagonistas a través de Youtube.
Venga, te dejo que te saltes alguna parte...
El sinhogarismo en España
Uno de los ámbitos donde el Trabajo Social se desarrolla es el de las personas sin hogar. Ni vagamundos, ni mendigos, ni sin techo… personas sin hogar.
El Sinhogarismo es un problema social, que afecta a 31.000 personas en toda España; siendo un 80% hombres.
Su esperanza de vida es menor que la del resto de españoles, 20 años menos. Además cada 18 días una persona sin hogar es agredida y, cada 6 una muere en la calle.
Albergue social 5 estrellas
¿Cómo es la vida en un albergue para personas sin hogar? Esta es una pregunta que nos hemos hecho muchos profesionales del Trabajo Social.
Para responder a dicha cuestión hay dos maneras: acudiendo a uno, o conocer la experiencia de las propias personas.
Y esto último es lo que ha hecho la Asociación Realidades. A través de un vídeo en Youtube, han entrevistado a distintas personas que han pasado por estos albergues.
«Cuando tuve a mis tres hijos mi marido decía que no trabajase. Luego me dejo, me quedé sin nada»
Historia real
En el vídeo aparecen historias reales como la de esta mujer, la cuál se vio en la calle y sin nada de un día para otro.
Proyectos Sociales: caso propio
Afortunadamente, cada vez más asociaciones y administraciones públicas están creando programas para poder ofrecer una vida a aquellas personas en esta situación.
No debemos olvidarnos, que las personas sin hogar son vecinos y vecinas a las que la administración local no puede dejar atrás.
Al igual que existe la Asociación Realidades, hay otras entidades como Hogar Sí que también trabajan en esta línea. Y que gracias a la labor de los Trabajadores/as Sociales, Educadores/as Sociales y un equipo multidiciplinar, consiguen mejorar la vida de las personas.
En mi caso personal, he podido ver nacer un proyecto social en uno de los momentos más difíciles: durante el confinamiento.
El Ayuntamiento de Alcobendas, la misma semana que se decretó el estado de alarma, decidió articular una residencias para aquellas personas que se encontraban en situación de calle.
Un espacio seguro donde poder pasar esos difíciles meses. Además de un espacio físico, al programa se le dotó de un profesional las 24h. Su función era favorecer la convivencia y facilitar los recursos para cubrir las necesidades.
Lo bonito del programa no solo fue la creación de un espacio, sino que no se dejó a nadie atrás. Además, una de las personas encontró empleo en pleno confinamiento y otra persona, encontró una habitación para ir a vivir al finalizar el estado de alarma.